Trastorno obsesivo-compulsivo infantil

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¿Qué es el trastorno obsesivo-compulsivo infantil?

El trastorno obsesivo-compulsivo se caracteriza por la presencia de obsesiones, que son pensamientos, imágenes o impulsos intrusivos no deseados que provoquen una preocupación o sentimiento de culpa o vergüenza.

En cambio, las compulsiones su los denominados rituales, que su conductos que el niño siente que tiene que realizar de forma repetida para neutralizar sus sentimientos molestos o prevenir algún tipo de acontecimiento negativo. Para que se pueda diagnosticar el TOC, este tiene que ocupar gran parte del tiempo e interferir en la actividad diaria del niño.

¿Cuáles son las causas del trastorno obessiu-compulsivo infantil?

Actualmente, las causas exactas del TOC infantil se desconocen pero pueden estar involucrados una combinación de factores biológicos, genéticos, neurológicos y ambientales. Algunos factores que pueden contribuir al desarrollo del TOC en los niños son:

Factores genéticos: Existe evidencia de que el TOC puede tener una base genética. Los niños pueden tener familiares de primer grado (padres o hermanos) con TOC tienen un mayor riesgo de desarrollar el trastorno.

Desregulación neuroquímica: El TOC
se ha asociado con alteraciones en la función de ciertos neurotransmisores en el cerebro como la serotonina. Esta desregulación puede contribuir a la aparición de obsesiones o compulsiones.

Factores ambientales: A pesar de que los factores genéticos desarrollan un papel importante en el desarrollo del trastorno, las experiencias traumáticas en la vida de un niño también pueden desencadenar o exacerbar los síntomas del TOC. Estas experiencias pueden incluir cambios importantes en la vida del niño, como una mudanza, divorcios, conflictos familiares o la pérdida de un ser querido.

Modelo de comportamiento: Los niños son influenciados por el que observan de su entorno. Si un niño observa a un miembro de la familia o una otro figura de autoridad que muestra comportamientos obsesivos-compulsivos, es posible que aprenda a imitar estos comportamientos.

Factores cognitivos: Algunos niños pueden tener una predisposición a la preocupación excesiva, el que puede contribuir al desarrollo del TOC.

Cambios en el desarrollo cerebral: Se ha observado que ciertos patrones de desarrollo cerebral atípicos pueden estar asociados al TOC en algunos niños.

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Síntomas del trastorno obsesivo-compulsivo infantil

Es importante destacar que el TOC en niños y adolescentes se puede manifestar de forma diferente en adultos. Los niños podan no ser capaces de comunicar completamente sus obsesiones y compulsiones, y es posible que los síntomas se manifiesten a través de comportamientos repetitivos, como lavado excesivo de manos, contar, revisar o realizar rituales específicos.

En el trastorno obsesivo compulsivo, Implica la presencia de obsesiones y/o compulsiones:

Las obsesiones son pensamientos, obsesiones o imágenes recurrentes y persistentes que se experimentan en algún momento durante el trastorno, como intrusas, no deseadas y que en la mayoría de los casos causen ansiedad o malestar importante. Después, se intenta suprimir o neutralizarlos con alguno otro pensamiento o acto (realizando una compulsión).

Las compulsiones su comportamientos o actas mentales que el sujeto realiza en respuesta a una obsesión. El objetivo de estos comportamientos es reducir o prevenir el malestar o evitar algún suceso o situación temida. Estos comportamientos no están conectados de manera realista con los destinados a neutralizar o prevenir y son excesivos.

Los síntomas obsesivo-compulsivo requieren mucho tiempo, suelen durar alrededor de una hora, provocan gran malestar y un deterioro importante en las diferentes facetas de la persona. A nivel personal, laboral y social.

¿Qué tipos de trastorno obsesivo-compulsivo infantil hay?

Los niños acostumbran a preocuparse para ser infectados por gérmenes, para estar enfermos o bien, para hacer las cosas mal en general. La sensación de que las cosas deben de ser perfectas en niños es bastante común. También, algunos niños pueden presentar algún tipo de pensamiento inapropiado que intentan evitar. Como por ejemplo: hacer daño a otros.

Por otro lado, los diferentes tipos de compulsiones más comunes en niños sueño:

De limpieza, en la que evitan cualquier punto de suciedad o contaminación.

Rituales de repetición. En la que se repiten acciones hasta intentar conseguir la perfección. Como por ejemplo: borrar y redescribir continuamente un texto.

Rituales de comprobación, en el que se comprueba reiteradamente diferentes cosas. Como por ejemplo: formular una misma pregunta repetidamente.

Rituales de orden, donde los niños se ven invadidos por un gran malestar al ver las cosas fuera de lugar y se pueden pasar horas ordenando objetos o material escolar.

El tratamiento del TOC infantil involucra la terapia cognitiva y conductual que ayuda a que los niños aprendan a manegar sus obsesiones y compulsiones. En algunos casos, se puede utilizar medicación bajo la supervisión de un psiquiatra. La detección temprana del trastorno y su intervención es fundamental para ayudar a los niños a manejar y superar el TOC. Si sospechas que un niño puede tener TOC, es importante realizar una evaluación y aplicar el tratamiento adecuado por un profesional de la salud mental.

¿Cómo afecta a los niños y adolescentes el trastorno obsesivo-compulsivo?

El TOC puede hacer que la vida diaria de los niños resulte muy estresante. Generalmente, los rituales requieren mucho de tiempos, y los niños llegan tarde a la escuela o a sus actividades. Esto genera tensión o discusiones en la familia, además, los niños no son capaces de disfrutar el tiempo con sus amigos o divertirse puesto que el TOC ocupa gran parte de su tiempo libre.

En la escuela, las obsesiones y los rituales como por ejemplo revisar, borrar y rehacer tareas afecta a la atención y a la concentración, y puede desencadenar un incumplimiento de las tareas y de ausencias en la escuela.

Los adolescentes pueden tener intención de esconder su TOC. Soportar el día a día con el TOC puede ser agotador para los niños. Además, generalmente suelen mostrar rituales en la hora de ir a dormir. Por lo tanto, se acuestan tarde y están cansados durante el día. Todo esto, los genera estrés, los pone tristes, irritables o bien explosivos.