El TDAH es un trastorno neurodesarrollo que afecta en todos los diferentes ámbitos de la vida del niño. Es uno de los más prevalentes en la población infantil y juvenil. Los afectados presentan un patrón persistente de comportamientos de inatención, sobre-activación motora e impulsividad, esto interfiere de forma importante en su funcionamiento. No obstante, estas manifestaciones no siempre están presentes en la misma intensidad ni tienen la misma interferencia a nivel funcional.
Pero si estas manifestaciones no son identificadas y tratadas en una edad temprana, podrán tener un impacto importante sobre el desarrollo de estos niños.
El déficit de atención e hiperactividad aparece con un patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que interfieren en el funcionamiento o desarrollo correcto.
Los síntomas se detectan a partir de los 7 años de edad y suelen interferir gravemente en el ámbito social, académico y laboral.
Los síntomas de inatención e hiperactividad presentan la siguiente sintomatología.
Existen tres tipos el que predomina una falta de atención, el que presenta una hiperactividad conjuntamente con impulsividad i el que predomina una combinación de ambos perfiles, el cual es el más prevalente de todos.
Los diferentes síntomas que aparecen son los siguientes:
Si encontramos los siguientes síntomas en un grado que no es equivalente al nivel de desarrollo del niño y que suele afectar a las diversas actividades de la vida diaria, podemos concluir que se trata de un trastorno por déficit de atención e hiperactividad.
Los diferentes síntomas que aparecen para diagnosticar una hiperactividad son los siguientes:
Aparecen los siguientes síntomas:
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La causa del TDAH en la actualidad es desconocida. No obstante, se sabe que pueden estar implicados ciertos factores en su desarrollo. A nivel biológico, se ha demostrado que hay una influencia genética, ciertas alteraciones a nivel cerebral, de neurotransmisores y anomalías en la activación cerebral.
Por otro lado, se ha asociado a complicaciones durante el embarazo y el parto. Por ejemplo: existe una mayor prevalencia en niños prematuros o en madres que consumen alcohol, fuman y tienen más vivencias de estrés.
En cuanto a los factores ambientales. No se sabe si el niño nace con un TDAH o bien se desarrolla debido a su interacción con su entorno. Puesto que se ha demostrado que las familias que tienen niños con TDAH son más problemáticas y provienen de familias que habían experimentado más situaciones de estrés.
Observaréis que con frecuencia fallan al prestar atención a los pequeños detalles o bien por descuido hacen errores importantes en las tareas escolares, en el trabajo o bien en otras actividades. Por lo tanto, muestran serías dificultades a la hora de mantener la atención en tareas recreativas. Por ejemplo, mantener largas conversaciones o estar atento a clase.
Y en consecuencia, intentan evitar hacer cualquier tipo de actividad que implique un sobreesfuerzo mental. También, cuando se los habla directamente observaréis que no os está escuchando. Parece como si estuviera en las nubes.
Además, acostumbran a no seguir las instrucciones y no acaban las tareas que se le piden. Por otro lado, muestran dificultades para organizar las tareas y actividades y suele extraviar objetos necesarios.
Por otro lado, un niño con hiperactividad se moverá en exceso, sobre todo las manos y los pies. Normalmente se encuentra “en marcha”. Abandona su asiento de clase de forma habitual, corre y se exalta fácilmente, muestra dificultades para jugar tranquilamente y habla en exceso.
En cuanto a su impulsividad, se muestra precipitando respuestas no reflexionadas, dificultades para guardar su turno en cualquier tipo de tarea y acostumbra a interrumpir las actividades de otras personas.
En el Gabinete Psicológico Tena estamos especializados en el tratamiento del TDAH.
El tratamiento del TDAH es necesario para ayudar a reducir ciertos comportamientos problemáticos del niño y su malestar.
A primeros del tratamiento, habrá que realizar una evaluación exhaustiva del niño para diagnosticar el trastorno.
Aparte de esto, el tipo de tratamiento que se tiene que ofrecer tiene que ser necesariamente integral. Porque es un tipo de trastorno que afecta a todos los entornos donde se mueve el niño. Por lo tanto, se tendrá que hacer una intervención a nivel psicológico individualmente, con los padres y también con la escuela. Así dones, el tratamiento tendrá que ser continuado en el tiempo y a largo plazo.
También, se ofrecerán pautas educativas sobre el TDAH a los padres y también en las escuelas, para mejorar la intervención de los niños dentro del aula. Por otro lado, el tipo de tratamiento individual, será cognitivo y conductual. En la que se ayude al niño a adquirir formas de autocontrol para reducir la irritabilidad, habilidades sociales para mejorar la comunicación y formas más efectivas de solucionar los problemas.
Además, puede ayudar la práctica regular de ejercicio físico, el tipo de dieta saludable y la práctica de relajación. Se ha demostrado que el mindfulness puede ayudar a mejorar ciertas habilidades cognitivas de los niños con TDAH. De hecho, ya se está empezando a aplicar en las escuelas y se ha demostrado que ayuda a reducir las dificultades de aprendizaje. En nuestro centro ofrecemos sesiones de mindfulness para niños que en estos casos puede ayudar a reducir gran parte de las conductas problemáticas que muestran.
Finalmente, en los casos más graves se puede recetar medicación psicofarmacológica.
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