La violencia machista es una de las principales problemáticas que estamos sufriendo como sociedad. Y es una clara manifestación de la desigualdad que sufre la mujer en la sociedad. El machismo y el modelo patriarcal son la base de esta lacra y justifican unas relaciones de poder donde los hombres ostentan una situación de poder sobre las mujeres. La manifestación más visible de este fenómeno son las agresiones y las muertes de mujeres que se contabilizan año tras año.
Violencia de género, violencia machista, violencia contra las mujeres; hay varias formas de denominar el maltrato de género. Es, pero, por definición, la violencia que se ejerce sobre la mujer por el simple hecho de ser mujer.
Cualquier mujer puede ser víctima de maltrato.
La forma como el hombre ejerce esta violencia sobre la mujer es diversa, y habitualmente utiliza varias modalidades de forma simultánea. Violencia física, violencia psicológica, violencia sexual, amenazas, control y privación sobre la libertad de movimiento y sobre el dinero. Algunas culturas tienen integradas y normalizados determinados actas de violencia contra las mujeres, la mutilación genital es una de ellos. Por otro lado, en los últimos tiempos ha habido un incremento de las agresiones sexuales que se llevan a cabo en grupo, aprovechando la fuerza que tiene el grupo sobre la vulnerabilidad de la víctima solitaria.
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Habitualmente acostumbran a coexistir múltiples formas de maltrato, las cuales se refuerzan, incrementando así sus efectos y la vulnerabilidad de la víctima. Las consecuencias negativas se aprecian a corto y largo plazo.
Los efectos del maltrato van más allá de la misma víctima, afectando el entorno familiar y a la sociedad en su conjunto. La mujer, pero es la principal víctima y quien sufre las peores consecuencias. Si la violencia se ejerce en el entorno familiar, los hijos también pueden ser objeto y víctimas de violencia tanto física como psicológica.
Las consecuencias físicas del maltrato van desde las lesiones físicas propias de la misma agresión hasta la muerte de la víctima. Hay que tener en cuenta dos elementos importantes. Las secuelas físicas que afectan la víctima pueden condicionar y limitar su vida en el futuro, y, el estrés generado por la situación sobre la víctima desencadenar respuestas en el ámbito fisiológico que perjudican su salud física y psicológica de la persona. Es habitual que se manifiesten enfermedades a la piel, problemas digestivos, dolor muscular o dolor de cabeza, entre otros.
Las consecuencias psicológicas y emocionales:
Las relaciones saludables se construyen en base a la confianza y el respeto por el otro. Si crees que has estado o puedes ser víctima de violencia de género, te ayudamos., somos especialistas en el tratamiento y apoyo a las víctimas.
El 900 900 120 es un teléfono de atención a las víctimas de violencia de género que funciona las 24 horas del día, los 365 días del año. Es un teléfono gratuito y confidencial.
Página web de la Generalitat de Cataluña con información útil y de apoyo en la lucha contra la violencia contra las mujeres: https://jovecat.gencat.cat/ca/temes/conviure-inclusio_social/plantar_cara_a_la_violencia/violencia_contra_les_dones/
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