Sufrir un accidente de coche o avión, ser víctima o espectador de un atentado terrorista, ser víctima de abusos sexuales o físicos, vivir un desastre natural, entre otros, son sucesos de gran impacto y pueden comportar un desequilibrio psicológico en quien los experimenta. Cuando nos encontramos en una situación de este tipo es importante contar con el apoyo de un psicólogo especializado, que te dará una respuesta inmediata y efectiva en la gestión y la superación del sufrimiento y malestar emocional que la situación ha provocado.
Se ha demostrado que una rápida intervención se asocia con una mejor recuperación del equilibrio psicológico y prevé la posible aparición de trastornos psicológicos posteriores a la experiencia del trauma.
Aparece después de la exposición en la muerte, lesión grave o violencia sexual, sea real o amenaza, en una o más de las siguientes formas. Por experiencia directa con el suceso traumático, presencia directa del suceso ocurrido a otros, conocimiento que el suceso ha ocurrido a un familiar próximo o un amigo íntimo y de forma violenta o accidental y exposición repetida a detalles repulsivos del suceso traumático.
Presencia de uno o más síntomas de intrusión asociados al suceso traumático que aparece en forma de recuerdos angustiosos recurrentes e involuntarios, sueños angustiosos, reacciones disociativas, malestar psicológico intenso y prolongado y reacciones fisiológicas intensas que aparecen después de exponerse en estímulos relacionados con el suceso traumático.
Evitación o esfuerzos para evitar recuerdos, pensamientos o sentimientos angustiosos y recordatorios externos asociados al suceso traumático.
Alteraciones negativas cognitivas y del estado de ánimo asociadas al suceso traumático. Se presentan como incapacidad de recordar un aspecto importante del suceso traumático, creencias o expectativas persistentes y exageradas sobre un mismo, los otros y el mundo.
Desarrollo de síntomas emocionales o del comportamiento en respuesta a un factor de estrés identificable que se identifica
en el jefe de tres meses siguientes. Una vez que el factor de estrés o sus consecuencias han acabado, los síntomas no se sienten durando más de seis meses.
Provoca malestar intenso desproporcionado a la gravedad del factor de estrés y un deterioro significativo en el social, laboral u otras áreas importantes de funcionamiento.
Explícanos tu situación. Podemos ayudarte.
Los síntomas acostumbran a aparecer en el transcurso de los tres primeros meses posteriores al trauma. No obstante, a veces se mantienen ocultos durante más tiempo y se manifiestan más tarde.
La intervención psicológica ejerce un papel crucial en el manejo de sucesos traumáticos.
Aquí hay algunas razones clave por las cuales la intervención psicológica es importante después de un suceso traumático:
Si has experimentado un acontecimiento traumático, es importante buscar apoyo psicológico profesional para facilitar tu proceso de recuperación y bienestar.
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